17 dic 2011
Dudas que se anudan
1 dic 2011
Ichirin no hana.
20 nov 2011
Llamémoslo X
6 nov 2011
Confusión
15 oct 2011
Nadando entre notas
Fue una tarde imprevista
12 sept 2011
Pánico en el edén.
Sí o no,
una de dos.
O bajas tú o subo yo.
¿Por qué? dime ¿por qué?
Juegos de sexo entre tres.
Yo sí, claro que sí,
te quiero sólo para mí.
Tú y yo
sólos tú y yo, tomalo como estímulo.
Crueles mensajes en el contestador,
tú y tus chantajes,
reconozco tu voz.
Juegos de guerra,
noches entre satén,
ruidos salvajes,
pánico en el edén.
Yo sí, claro que tú,
amas y amas sin sentir
¿Por qué? dime ¿por qué?
Tu bajo cero y yo siempre a cien
(ya ves)
Tú, tú, tú, te va la luna más que a mi.
Tú y yo,
solos tú y yo, pisando fuerte el acelerador.
Crueles mensajes en el contestador,
tú y tus chantajes,
reconozco tu voz.
Juegos de guerra,
noches entre satén,
ruidos salvajes,
pánico en el edén.
¿Porqué? Aún no lo sé
Gotas de sangre en el parquet.
Por favor, sí o no, sí o no,
frágil prefume eléctrico.
Por ti, ¿qué hago yo aquí?
sábanas rojas de carmín.
Sí y no,
frío y calor,
espejos rotos en el salón.
10 sept 2011
Agotada
27 jun 2011
El espejismo de la ensoñación
14 jun 2011
Reflexiones hasta que salga el sol.
Triste cielo sin luna alguna.
Marchitas ya las esperanzas, ciegos los corazones que buscan calor. Solamente deseo dormir atrapada en un dosel de sedoso caos...
Irreverente caída hacia un lugar mejor, más aguarda ¡todo es mentira! solamente una ilusión creada por mi mente atiborrada de pesares profundos y dolor maltrecho.
¿Cómo podré liberarme de las ataduras? Esas que frenan mi avance, que carcomen mis sueños hasta que no quede ni uno, reduciéndolos a polvo cenizo de mal augurio.
Abro los ojos y eres tú quien me salva de nuevo. Destruye mis temores con el fiero rugido del alba, acorrala a la niebla del yugo que me tiene prisionera y retenla en una caja de fino diamante en el más profundo abismo. Sé que podrás, confío en ti al igual que siempre lo he hecho.
¡Silencio! la Paz está aquí. Ha venido traspasando mundos, cerrando heridas, recordando viejos tiempos de sonrisas destellantes.
Dame la mano, pues el fin de la voraz hambre de calma que tanto necesitaba, por fin ha llegado.
6 mar 2011
Sin mirar atrás
La fría mano de la desesperación le tocaba el hombro, haciéndose notar. Se sentía sola, aislada, ajena de un mundo lleno de personas extrañas.
Tembló en la oscuridad e intentó articular palabras, pero a su mente no acudían más que vanos retazos de una vida insípida.
Abrió la boca para decirle lo mucho que lo sentía, pero sólo consiguió boquear como un pez que está mucho tiempo fuera del agua y siente cómo la vida se le escapa sin control. Sabía que le hebía hecho daño, en su pecho crecían las zarzas del arrepentimiento, se clavaban en su interior, haciéndola imposible casi respirar. Cuando se quiso dar cuenta, él murmuró y se alejaba. Era el momento, ahora o nunca. Como impulsada por resortes sus piernas se movieron hacia su figura y su mano se entrelazó con la de él, cálida como siempre.
Oía la sangre galopando en sus oídos, pero nada más. Ni siquiera las quejas que le ordenaban que le soltase. Se acercó a su rostro y cuando estuvo cerca pronunció:
-Lo siento.
Las dos palabras que más le costaba pronunciar, pero encerró a su orgullo y bajó la mirada, sabiendo que no cambiaría la situación, por muchas veces que lo dijese. Suspiró algo más calmada y él se liberó de la mano que le impedía irse.
Volvió la vista atrás para verla por última vez.
Él intentaba imaginarla sonriente, pero a su mente sólo acudía su rostro perdido, manchado de lágrimas.
2 feb 2011
Único entre cientos.
Me arrodillaré si así lo deseais, volveré la cabeza al mundo si los deseos que empapan vuestra alma así lo requieren.
No encuentro la paz si no estais conmigo pues sois el único que sabe acallar los temores de mi ser taciturno y neblinoso.
Hace ya varios años que andamos en el mismo camino, compartiendo momentos tibios y otros tan gélidos como el mismo glaciar, pero no me cansaré de apretar vuestra mano al andar hacia un nuevo sol, hacia un nuevo día lleno de oportunidades.
Supongo que os preguntareis el porqué de esta misiva, querido caballero, pues no es otro que el mismo latido de mi vida, el que me hace soltar los dedos.
He aquí mi alma gemela, la que un día encontré y ahora no quiero dejar escapar, la que me abraza con sus alas de terciopelo,la que me brinda sonrisas más brillantes que el mismo lucero del alba, la que sabe cómo hacerme feliz con una sola palabra de sus labios. Podreís llamarme engreída quizá pedante, pero no me importa, pues el sentimiento que vibra en mi interior cuando le veo es sólamente comparable al rugido del tifón, al murmullo de las olas en una tormenta de verano.
Sin duda debo considerarme afortunada de teneros a mi lado, pues sois único entre cientos.