14 jun 2011

Reflexiones hasta que salga el sol.

Angustiosa noche que me atormenta.
Triste cielo sin luna alguna.

Marchitas ya las esperanzas, ciegos los corazones que buscan calor. Solamente deseo dormir atrapada en un dosel de sedoso caos...
Irreverente caída hacia un lugar mejor, más aguarda ¡todo es mentira! solamente una ilusión creada por mi mente atiborrada de pesares profundos y dolor maltrecho.
¿Cómo podré liberarme de las ataduras? Esas que frenan mi avance, que carcomen mis
sueños hasta que no quede ni uno, reduciéndolos a polvo cenizo de mal augurio.

Abro los ojos y eres tú quien me salva de nuevo. Destruye mis temores con el fiero rugido del alba, acorrala a la niebla del yugo que me tiene prisionera y retenla en una caja de fino diamante en el más profundo abismo.
Sé que podrás, confío en ti al igual que siempre lo he hecho.
¡Silencio! la Paz está aquí. Ha venido traspasando mundos, cerrando heridas, recordando viejos tiempos de sonrisas destellantes.
Dame la mano, pues el fin de la voraz hambre de calma que tanto necesitaba, por fin ha llegado.

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